Parte ciencia, parte arte y parte fabricación práctica, la metalistería ha sido una fuerza impulsora en el desarrollo de la sociedad humana y sigue siendo fundamental para nuestra capacidad y desarrollo.
Como todos los procesos industriales, el trabajo de los metales ha experimentado cambios masivos a lo largo de nuestra historia. Sin embargo, en muchos sentidos, los elementos esenciales del trabajo de los metales permanecen sorprendentemente sin cambios desde los días de nuestros antepasados.
La metalistería ha permitido el desarrollo de procesos secundarios y fue crucial para ayudar a diferentes sociedades a desarrollar riqueza, tecnologías esenciales y herramientas útiles a lo largo de la historia. Hoy en día, podemos dar por sentado el metal, pero es importante recordar que extraer, procesar y trabajar con metal es un proceso muy avanzado.

La metalistería ha jugado un papel crucial en la historia de la humanidad.

En la actualidad, el trabajo de los metales sigue desempeñando un papel esencial en nuestra vida diaria y muchos de los procesos que seguimos utilizando no son tan diferentes de los del hombre antiguo como podría pensar.
A medida que la producción en masa aumentó a lo largo de la década de 1900, el metal se convirtió en un elemento básico del hogar de innumerables maneras, y se usó para todo, desde electrodomésticos hasta decoraciones. Con este cambio se produjo un gran desarrollo para la metalistería, que ha encontrado nuevas formas de afrontar los desafíos y ha descubierto técnicas de fundición más eficientes a lo largo del tiempo.
Por ejemplo, en la metalistería actual se usan nuevos adhesivos, capaces de unir metal sin necesidad de soldar. Estos pegamentos y adhesivos han ayudado a modernizar el trabajo de los metales y hacerlo más rápido y eficiente. Ahora, más ensambladores pueden unir metales de forma rápida y sencilla, para adaptarse a las necesidades de distintas industrias, de los hogares y otros espacios.
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